Porque de verdad que es muy fácil suponer muchas cosas, es aun más fácil suponer lo que están pensando los demás, lo difícil es llegar a apuntarle.
Podemos suponernos en un millón de suposiciones, si acaso la redundancia es valida.
Pero jamás debemos ponernos en el puesto del otro.
Eso hace mal y al final de todo, terminamos cuestionándonos por dos.
Y si lo hecho estuvo mal, se termina uno aproblemando, acongojando, apenando y entristeciéndose por dosUno por ti y uno por mí
En el caso hay que dejar de suponerlo, hay que hacer las cosas que uno siente o quiere hacer.
Querer es poder.
Es así de simple
La belleza de la simpleza.
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