viernes, diciembre 16, 2011

Santiago consume

Santiago es una ciudad no real.

Es perfecta para perderse y aunque en un principio no sea tan fácil, uno comienza a tomar fuerzas y luego ya se pierde de inmediato.

El forestal siempre sirve para nuevos artistas, fotógrafos, parejas de enamorados, niños y abuelos, es el pulmón verde de la capital, es un lugar donde siempre es domingo, donde uno siempre quiere estar.
Santiago, tambien te pierde en pequeños pasillos desconocidos, lugares atemporales que pueden bien ser de un libro de García Marquez o de un comics de batman. Son lugares con los que te encuentras, de pronto y sin buscarlo, la gracia de santiago es perderle el miedo a mirarlo, es dejar de mirar los paraderos, los avisos, las micros, los anuncios, el metro y los basureros.

Caeré en el lugar común y diré que Santiago es una ciudad viva, que respira, solo para decir que mientras hace eso, tambien consume.

Te consume.

Santiago es un gran dragón come personas, es un brujo que obnubila, te encanta con esquinas, te encierra en terrazas, te prepara un café, te embruja con barrios, bares y calles.
Luego te consume.

Te come, te vuelve un poco denso, un poco más gris, te cambia, casi sin notarlo.
Santiago es complejo de entender, con un tercio de todo el país viviendo en un mismo lugar siempre hay alguien nuevo a quien conocer o un lugar destacado al cual ir, siempre.

Santiago así como mágico, puede ser igual de simple y es ahi donde prefiero mantenerme, en las simplezas de la ciudad que te pierde en pasillos, aunque por muy circular que se vuelva el laberinto, siempre te puedes detener y sentarte para tomar un respiro. Siempre en algun lugar uno encuentra un momento de tranquilidad, un cable a tierra, porque si hay algo que esta ciudad no te deja hacer es encontrarte contigo mismo y ahi va uno más perdido que encontrado, como rebotando en sus rincones, un sinsentido sin un cable a tierra.

La gracia de este hechizo es que sabes que lo vives y no haces nada por cambiarlo.
Pero no todo es embrujo, siempre te deja espacio para reconocer tu cable a tierra y volver ahi cuando lo necesites.
El mio?
El mio me lo guardo, la pregunta es:
¿Cual es el tuyo?


3 comentarios:

V dijo...

Cable a tierra? El mismo que al cielo. Una china de cara cuadrada.

¿Quien Eres? dijo...

Lo imaginario.... (estoy aqui)

Laura Gutiérrez dijo...

es necesario tener claro cuáles son las vías de escapes...el ritmo acá en el sur es otro y aunque a algunos le guste la vorágine de la capital...otros nos enamoramos de la normalidad del sur.