Imaginemos a un tipo en coma.
Tirado en su camilla de hospital conecado a miles de tubos que salen de sus manos/brazos/cara, corazon y
terminan en una maquina que marca cada respiro que da y cada latido que siente.
Imaginemos a su familia y a su esposa entrando cada tarde dos veces por semana a la habitacion
donde el se encuentra y le habla y las ultimas veces casi ha llorado y le dice lo mucho que lo extraña
pero no se atreve a confesar que esta saliendo con un tipo de la oficina.
Imaginemos a la enfermera que esta a punto de jubilar y tiene a cargo esa pequeña habitacion de
maquinas conectadas a un hombre, donde ya no hay mucho que hacer, salvo cambiarle las sabanas, acomodar su almohada
abrir las ventas y besarlo en la frente, aunque tenga prohibido por regla del hospital besar a los pacientes,
ella sabe que el es el ultimo que atenderá y le toma un cariño especial y le habla y le sonrie.
Imaginesmos que su mejor amigo ya no viene a verlo porque hoy dia es el partido de futbol de su equipo en el barrio
y su amigo juega de delantero, quiere marcar el gol del triunfo y se ha entrenado durante toda la temporada para lograrlo.
Imaginemos a un tipo en coma que un dia despierta y mueve su mano y enfoca su vista y ve el blanco techo del hospital.
Su esposa corre a verlo, lo besa, lo acaricia, le sonrie y vuelve a llorar.
Ella se hará cargo de el y olvidara a su colega, el de la oficina.
La vieja enfermera lo saluda y le da los buenos dias y no puede contener una lagrima de emocion,
pero la disimula fielmente al abrir las cortinas, como lo hizo cada dia, y el no dice nada, no le da las gracias,
ni la mira cuando cierra la puerta al salir.
Su amigo, que ya no lo es tanto, lo llama por telefono y le cuenta que lo espera para celebrar su renacimiento
(y los tres goles del fin de semana) y le corta.
Imaginemos que el tipo estuvo casi 13 meses en coma y al despertar la vida de todos volvió a rearmarse, retomarse.
Y el que ya no entiende nada, debe volver a encontrarse.
Todos los demas ya lo hicieron.
Solo falta el.
Y esta muerto de miedo.
2 comentarios:
Qué belleza no entender nada. Qué deseperación más inocente. Nacer de nuevo. Tarde y atrasado. Todo pendiente y todo lo que queda atrás, olvidado. Me encantó tu relato.
es perderser... es perder... es ganar,,, es una mezcla de tiempo sin vida
saludos
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