Tu estabas en la cama, llevabas ya varias horas durmiendo, peleando con mundos imaginarios, recuerdo oirte decir que ya no querias mas spaguettis en los taxis de azucar, ni personas con sus paraguitas de colores.
A mi me daba de frente la luz del monitor y tecleaba ya por inercia y sin importancia, a estas alturas del trabajo solo necesitaba palabras de relleno y un final que saldria sin buscarlo mucho.
Recuerdo que te mire varias veces y tu tan cubierta con las frazadas solo dejando ver tus ojos, y yo te oia respirar y movias tus piernas.
Despertaste una vez y me dijiste que entrara a la cama.
- Ya casi termino, dije, dame 2 minutos.
Y estoy seguro de que no alcanzaste a escuchar la respuesta, porque ya estabas durmiendo otra vez.
Termino el texto y lo mando por correo a una direccion que no se abrirá al menos dentro de seis horas en algun lugar de la capital.
Para ese entonces yo aun estaré durmiendo, contigo.
Muy silenciosos y casi sin decir palabra alguna susurro un pequeño "hazme un espacio" y tu, toda tan dormida intentas correrte lo mas que puedes y no son mas que dos centimetros, quizas menos, sin embargo es lo que necesito para acostarme a tu lado.
Levantas la cabeza y dejas que pase mi brazo por debajo, me besas y me dices que tengo la nariz helada.
Te acurrucas en mi pecho y te abrazo, cierro los ojos y siento tu aroma y comienzo a quedarme dormido.
Justo antes de soñar vuelves a refunfuñar algo contra los pececitos que tiene el oso en su balcon y me rio muy, muy despacio.
- Te ries por la lluvia - me dices
- Si, mi amor, por la lluvia y otra vez no alcanzas a escuchar mi respuesta porque ya estas durmiendo otra vez.