sábado, abril 28, 2007

La Espiral (Parte 1)

La tienda del bibliotecario

Mi hermana andaba con ganas de comprar ropa y la acompañe a uno de esos lugares extraños llenos de pasillos con tiendas pequeñas, cada tienda algo distinto y mientras ella se paseaba por el lugar yo me metí a una librería.

Al entrar lo primero que se ve es al dependiente era de esos ancianos que se ven solo en los cuentos con anteojos redondos y sin patas, apoyados sobre su gran nariz y un bigote también muy grande.
Sus ojos observaban un libro gastado con tapas que pudieron haber sido de terciopelo rojo con las esquinas reforzadas en un metal brillante.

Me miró por sobre el libro que sostenía con su mano derecha y me preguntó que buscaba, y le explique que andaba de compras con mi hermana mayor y mientras ella visitaba una tienda de ropa, me interesé en su librería para ver si encontraba alguna cosa entretenida.

- Aquí no encontrarascosas” – Dijo – “Pero mira si es tu intención, aunque a veces las intenciones no suelen coincidir con los resultados…” Y dejo la frase en el aire, rebotando entre estanterías de libros y páginas que quizás jamás habían sido leídas.

No había gente en la librería y estaba dispuesta de tal manera que cada estante daba paso a un nuevo pasillo de libros, como un laberinto en donde la orientación la daba la inicial de cada tema, de cada autor, de cada titulo de los libros.
Como sabia que mi hermana demoraría en decidirse por alguna prenda de ropa, me permití escuchar la conversación de dos tipos, ubicados – quizás – en el pasillo siguiente al mío.

- Escucha lo que dice este libro... – oí decir a uno de los tipos, tenia una voz grave y seria, sin interferencia alguna, con la seguridad del sonido que produce una gota al caer.

Y el tipo leyó…

(Continua…)

10 comentarios:

Boina Descalza dijo...

que estético todo ese cuento, que libresco. Me gusta eso de estantes de libros y gente medio perdida; junto con un viejo entre sabio y loco. Cariños para ti

hetsah dijo...

esto me recuerda la escena de un libro que alguna vez, hace mucho tiempo atrás, intenté escribir

me quedé pensando

Yenifer Quijada dijo...

Mi opinion ya la sabes...
me encanta esto... ;P
jeje...
MUAKKKKKKKSSSSSSSS

fgiucich dijo...

Esos templos en donde todavìa se rinde culto a los lomos gastados por el tiempo. Espero la segunda parte. Abrazos.

Irantzu dijo...

La segunda parte ¿cuándo?
Está bueno!

V dijo...

y el tipo leyó:

"El mejor chiste contado fue dado por un plebeyo hacia su rey, un día de otoño, en Bélgica, por allá por el s. XII. El rey manda llamarlo y le dice: plebeyo, te ordeno que me cuentes un chiste o te corto la cebeza. Fue ahí cuando el plebeyo asustado, dice: Había un perro que se llamaba callejero, salió a la calle y no volvió más. El rey, no pudiendo contener la risa ante tamaña gracia causada, se cae de su trono golpéandose la cabeza y muriendo instantáneamente en ese mismo lugar. El plebeyo es condenado a la horca"

Para que veas lo que produce un GRAN chiste.

matlop dijo...

libros

libros

libros


Ojo imaginario!


un abrazo
y esperando la segunda parte!
M

Claudia Andrea dijo...

es como el laberinto de los libros... y son duendes,,, de los libros... magia...que solo ellos nos dan... suerte... espero la segunda parte

El Bosco dijo...

Ahora sí que nos has dejado con las ganas de la continuación, Gonzalo. La espero pronto. ¿Cómo van tus niños y tu vida?. Espero que todo bien.
Me gustó mucho la frase del link. Gracias. Y besos.

Claudia Castora dijo...

Leo atenta y husmeo el entorno.
Sigo atenta the second part.

(Mas weno es el chiste de Einstein)