sábado, septiembre 02, 2006

Atrasado para la cita

Hace dos o tres días que me pegue un tiro en la frente, perdónenme que no pueda describir bien que sentí cuando la bala cruzó mi cabeza, pero la risa me nubló la vista.

Estaba tirado en el sillón de mi casa, la biblioteca estaba de testigo y un par de libros sobre el escritorio, como siempre todo estudiado, la escena quieta, inalterable.

La apuesta era que todos los amigos nos pegábamos un tiro y nos juntábamos en la taberna que esta frente del taller de Alquimia y lanza a la medianoche, para darle un toque más lúgubre.
Al principio dudé del arma que tenia en la mano, pero el tipo de la tienda dijo que era confiable. “Dispare en medio de la frente o en la sien, no tendrá problemas”, las balas estaban blindadas, puesto que me las trajo un vecino desde la nasa en alguno de sus viajes por su nuevo tubo de luz.
En fin ahí estaba en mi sillón, el arma, la biblioteca y yo. Aproveché de sacarme mi armadura para que no se me manchara en sangre.
Estaba preparado todo, preferí quedarme con la luz de la lámpara (como en penumbras), no había notado que el espejo estaba frente a mí, y entre mi reflejo y yo, el ajedrez y sus piezas ordenadas de ocho en ocho, a dieciséis a treinta y dos y en la mitad de una jugada que no había alcanzado a terminar.

Con la misma emoción de quien se lava los dientes, puse el cañón entremedio de las cejas (recordé al viejo abad de la universidad y sus chakras kundalinikos) y tomé el mango del arma con los dedos dejando que el pulgar presionara el gatillo (finamente logrado en marfil, por ingenieros sirios), sentí como entraba la brisa de mar mezclada con los naranjos del jardín y disparé sin pensarlo.

Silencio.
Un, dos, tres segundos y yo seguí ahí.

La bala cruzó mi cabeza (no la sentí por que me dio cosquillas cuando me atravesó el cráneo) revisé toda la biblioteca con la vista para asegurarme que todo mantuviera su orden, los libritos, la lámpara, el escritorio, mi armadura a un costado y todo, todo estaba exactamente igual que hace un par de segundos.

Traté de sentir dolor de cabeza y nada.
Sin embargo el arma humeaba, pero no había olor a pólvora ni a brisa salada ni a naranjos del jardín.

Moví un dedo, y el dedo se movió, moví un pie y el pie se movió. “todo en orden”- pensé, me iba a parar del sillón decepcionado de la experiencia, no existía la manera de experimentar la muerte ni de comprobar si había vida del más allá o fenómenos paranormales, todo esto tiraba a la basura años de experimentos metafísicos. Me levanté del sillón y con una pierna pasé a llevar el ajedrez, rápidamente alcancé a mantenerlo en equilibrio y solo se vino abajo una pieza del tablero, el rey, por supuesto.

“Ja! Jaque mate”, dije y me sonreí al espejo que estaba al frente.

El espejo me devolvió mi reflejo tirado en el sillón, sangrando, con un arma en la mano, humeando y la cabeza partida en dos.

“Jaque mate”, volví a decir pasmado por la visión y la decepción.

El reloj marcaba las 23.45 y salí volando por la ventana, se me hacia tarde para llegar a la taberna.

15 comentarios:

hetsah dijo...

se llama ruleta rusa

elogio_del_horizonte dijo...

Taberna
Ajedrez
me invitas a esa taberna y si hay ajedrez jugamos una partida??
un beso

Yenifer Quijada dijo...

jajaja...
amor...
excelente...

fgiucich dijo...

Nunca llegues tarde a una cita, aùn con una bala en la cabeza. Es una cuestiòn de educaciòn. Abrazos.

Yessi dijo...

Cuando una cita es en verdad importante, nada puede hacerte faltar a ella, ni siquiera la muerte. Me gusto mucho tu relato.

Saludos.

Leoncita dijo...

muy divertido se ha puesto su blog "colega" espero que su vida este tan divertida como su pequeño espacio...
Adios Chick Faced Lioness

Claudia Castora dijo...

Concuerdo...estas letras han tomado un giro interesante e inesperado.
Me gusta

Un besito

Boz dijo...

sicodelica historia, no la entendi mucho pero de seguro q tiene algun significado profundo q no entiendo.

salu2

Anónimo dijo...

¡IDOLO! está sensacional lo que has escrito.

Amigo mio, el otro día te vine a visitar, no recuerdo el día exactamente y oh sorpresa! tu blog había desaparecido y ahora vine y oh sorpresa! está de nuevo jajaja, mi conexión creo no?

¡Visítame que estoy de cumple! =^;^=

Besos
Tarí

UMA dijo...

Grave, yo creo que hay que estar de acuerdo para morir de un disparo.
A veces da lugar a la entrada en otra realidad, nada màs, sin artificios.
Surreal, bello escrito.
Un besazo

UMA dijo...

Me hizo acordar a esta canciòn, aca le dejo:
Disparo contra el sol
con la fuerza del ocaso
Mi ametralladora
està llena de magia.
Pero soy solo un hombre màs.
Cansado de correr
en la direcciòn contraria,
sin podio de llegada
y mi amor me corta la cara,
porque soy sòlo un hombre más.
Pero si pensás que estoy derrotado,
quiero que sepas que me la sigo jugando
porque el tiempo, el tiempo no para.

;-)

Lúmina dijo...

Las motivaciones son mas fuertes que las limitaciones :)
Agradable lectura....
Besoooooss

(criogenizacion sigue siendo agradable)

pajarito dijo...

Fabuloso carepalito, innegable el material del realto, fantástico, lo mejor que he leído (Después de Poema del Alma) Sigue así. Con otras ópticas parea relatar. Lo tienes en los genes

V dijo...

Metafisica, ayyyyyy!!!


como se que te comunicas mas con tu maldito blog que conmigo te dejo el aviso:

Tengo un carrete en sabado en mi depto pa que vay y no te hagai el loco nuevamente. Pare que va el pelao, pero llegaria tarde.

Trata de no quedarte dormio y llevame un copete.

Besos Bro

Lovage dijo...

Qué buena historia...jajajajaja, se te hacía tarde para ir a la taberna? al estilo de "El cadáver de la novia"