El silencio caminaba entre nosotros.
Ella tenía mi mano entre sus dedos y su mirada pegada hacia delante.
Yo solo la miraba de reojo, ella lo sabía y no decía nada, solo caminaba.
El sol me pegaba fuerte en la cara y rebotaba en el pavimento como un espejo.
Yo sabía que algo le pasaba.
Ella también lo sabía.
El aire estaba extraño, como asfixiante, me costaba respirar y el calor no me ayudaba mucho.
Metí un dulce a mi boca para no hablar.
El azúcar me subía el ánimo.
Ella con la vista pegada en la calle, con sus ojos de cristal, no decía nada.
Y eso angustiaba.
La acerque a mi y le di un abrazo, fuerte, lleno, honesto, puro, necesario, de esos de verdad, necesitaba hacerlo.
Ella, ni siquiera se volteo a mirarme.
La ciudad súbitamente se silenció
Callaron los autos, vendedores, bocinas…
Ella no dijo nada y yo tampoco.
Solo hubo silencio.
Un amargo y sofocante silencio.
domingo, mayo 28, 2006
sábado, mayo 20, 2006
Superheroes
El iba a mi casa, venia mejor dicho.
Mi padre se preparaba, eran amigos desde chicos.
Estuvieron juntos en las buenas y en las malas, nunca peleaban, me mostraba fotos viejas de el y su amigo, un poco más chico, un poco más despeinado, de su pueblo natal.
Mi madre sonreia, y lo miraba hacer juegos con las manos, desde el patio.
Yo en mi pieza, preparandome. Nunca supe como se llamaba, parece que estuvo a punto de ser mi padrino y no pudo por estar fuera de Chile.
Cuando era más chico me miraba al espejo y solía poner cara desafiente frente al yo mismo que estaba al otro lado.
Me insultaba, me amenazaba, ponia mi mejor cara de malo, ponia mi pose más amenazante.
Jugaba colgando un viejo saco desde el parrón y le pegaba y saltaba en una cuerda, entrenaba segun yo.
Mi padre, llegaba cansado a la casa por las tardes (naranjas en otoño) y entre aire humedo y hojas amarillas en el suelo, nos poniamos a mirar sus fotos y a intercambiar golpes suaves.
Yo conocia a su amigo por una foto que teniamos en la biblioteca, estaba mi madre, mi padre y el, en el dia de matrimonio de mis viejos.
Hoy venia a la casa y se respiraba un aire increible de ansias.
Hacia mucho tiempo que no se veian.
A las 16.00 puntual llego él.
Comieron asado, pan amasado que hizo mi madre, lechuga, tomaron vino de la botella que mi padre guardaba para momentos especiales.
Yo desde la otra punta de la mesa lo miraba, se le notaba en los ojos cansados que el tipo tuvo esa fuerza que yo queria conseguir mirandome al espejo cuando chico.
Se le notaba en las manos ahora un poco tiritonas que podia moler piedras si hubiera querido.
Tenia un aura de super heroe, como el poster de batman que tengo en la pieza, como Bruce Wayne.
Ya ahijado, me decia, me tengo que ir.
Por más que mis viejos insistieron, el tenia que irse, tomaba un bus por la noche con destino a su pueblo.
Lo dejamos en la micro y se sentó al lado de la ventana para despedirse con su mano grande, de gigante, de superheroe.
Hizo desde lejos un ademan de enviar un golpe, mi padre por mistico recuerdo hizo el ademan de esquivarlo...
Dale compadre, pega!!!!!!
le gritó a la micro cuando ya era un punto lejano...
Pega, Martin, pega !!!!
Mi padre se preparaba, eran amigos desde chicos.
Estuvieron juntos en las buenas y en las malas, nunca peleaban, me mostraba fotos viejas de el y su amigo, un poco más chico, un poco más despeinado, de su pueblo natal.
Mi madre sonreia, y lo miraba hacer juegos con las manos, desde el patio.
Yo en mi pieza, preparandome. Nunca supe como se llamaba, parece que estuvo a punto de ser mi padrino y no pudo por estar fuera de Chile.
Cuando era más chico me miraba al espejo y solía poner cara desafiente frente al yo mismo que estaba al otro lado.
Me insultaba, me amenazaba, ponia mi mejor cara de malo, ponia mi pose más amenazante.
Jugaba colgando un viejo saco desde el parrón y le pegaba y saltaba en una cuerda, entrenaba segun yo.
Mi padre, llegaba cansado a la casa por las tardes (naranjas en otoño) y entre aire humedo y hojas amarillas en el suelo, nos poniamos a mirar sus fotos y a intercambiar golpes suaves.
Yo conocia a su amigo por una foto que teniamos en la biblioteca, estaba mi madre, mi padre y el, en el dia de matrimonio de mis viejos.
Hoy venia a la casa y se respiraba un aire increible de ansias.
Hacia mucho tiempo que no se veian.
A las 16.00 puntual llego él.
Comieron asado, pan amasado que hizo mi madre, lechuga, tomaron vino de la botella que mi padre guardaba para momentos especiales.
Yo desde la otra punta de la mesa lo miraba, se le notaba en los ojos cansados que el tipo tuvo esa fuerza que yo queria conseguir mirandome al espejo cuando chico.
Se le notaba en las manos ahora un poco tiritonas que podia moler piedras si hubiera querido.
Tenia un aura de super heroe, como el poster de batman que tengo en la pieza, como Bruce Wayne.
Ya ahijado, me decia, me tengo que ir.
Por más que mis viejos insistieron, el tenia que irse, tomaba un bus por la noche con destino a su pueblo.
Lo dejamos en la micro y se sentó al lado de la ventana para despedirse con su mano grande, de gigante, de superheroe.
Hizo desde lejos un ademan de enviar un golpe, mi padre por mistico recuerdo hizo el ademan de esquivarlo...
Dale compadre, pega!!!!!!
le gritó a la micro cuando ya era un punto lejano...
Pega, Martin, pega !!!!
miércoles, mayo 17, 2006
Mobius
domingo, mayo 14, 2006
miércoles, mayo 10, 2006
El Chaleco en tu escoba
olvidado, sucio y encerado.
Mojado, triste, deshilachado.
Olvidado que alguna vez sirvió.
En algun invierno, en alguna lluvia.
En algun otoño frio
(no como ahora, que casi son veranos)
Aplastado debajo de la escoba
tan vieja como el recuerdo
del chaleco azul, cada dia mas celeste
cada dia que pasa, meado por el perro.
Un dia de estos saldré de aqui.
Ya no mas cera
Ni trapero
Ni nada.
Mojado, triste, deshilachado.
Olvidado que alguna vez sirvió.
En algun invierno, en alguna lluvia.
En algun otoño frio
(no como ahora, que casi son veranos)
Aplastado debajo de la escoba
tan vieja como el recuerdo
del chaleco azul, cada dia mas celeste
cada dia que pasa, meado por el perro.
Un dia de estos saldré de aqui.
Ya no mas cera
Ni trapero
Ni nada.
viernes, mayo 05, 2006
lunes, mayo 01, 2006
Los Verdecitos
Ahi estaba yo.
13.30, Dia miercoles.
Tenia el delantal verde puesto y la tia me recibe con los brazos abierto y una gigante sonrisa.
Yo muerto de miedo.
"Yo me quedo con los mas chicos", me dice mi compañera.
Ok, digo, yo con los medianos.
Entro a la sala, los niños me miran de pie a cabeza. Ellos estan jugando, yo, mi lapiz y mi cuaderno de apuntes estabamos sudando nerviosismo.
Me siento en una sillita pequeña (muy pequeña), empieza el saludo y me presentan a los niños.
"El es el Tio Gonzalo, miren su delantal verde, es como el mio"
Hola tio Gonzalo !!!!!!! - respònden todos juntos.
Respiro casi casi con dificulta y saludo.
Como estoy en un jardin musical los niños cantan y se saludan en distintos idiomas, toman sus distintivos corriendo y los pegan en un gran panel donde hay una banda gigante, el distintivo lo ponen en el lugar que le corresponden, asi pasaron corriendo con sus patitas cortas y manitos de empanada a pegar en su lugar, el piano de cola, la tuba, el tambor, el triangulo, est, etc, etc...
Vimos el sistema solar, conocimos los planetas, ellos tenian un sistema hecho en bolitas de papel de diario, les tocaba pintarlos.
Tio Gonzalo, ahora tengo que trabajar con los mas chicos, podrias llevarte a las medianas a la sala de al lado.
Por supuesto - Dije-.
A estas alturas el cuaderno y el lapiz estaban en algun rincón de la sala de juegos.
La medianas, se portaron muy bien y se reian un poco cada vez que mi cabeza golpeaba alguna de las cosas que colgaban del techo (Los techos de los jardines infantiles estan plagados de cositas que cuelgan, que por supuesto estan a la altura de mi frente, lo cual me hacian chocar directamente con ellas, con el severo riesgo de enterrarme un palo de helado en el ojo)
Con ellas pintamos.
Despues de eso vino la colacion y todos/as salieron afuera a comer y jugar.
Hay chicos que se comportaban un poco "fundidos" conmigo, luego me explicaron que eran niños con situaciones especiales en su casa (Padres separados, viven con la madre, el papá trabaja afuera y lo ven poco).
*Crack* (Sonido que produce mi mente scuando está craneando algo)
Mente: No puedes ser el padre de estos niños, eso lo sabes, si puedes ser un referente de imagen paterna
*Crack* (Sonido de cierre del pensamiento)
Despues de jugar mucho rato, transar para que jorge le devolviera el camion al lukas, atrapar en el aire al baltazar, hacer malabaraes para la verito, darle los ultimos chocapics a la cony, decirle al nico que el no es un bruto, pero si debe tener mas cuidado con las niñas porque son más delicadas, explicarles porque los payasos usan nariz roja, bajó el sol y nos dio la hora de las despedidas, no sin antes pasar al baño y tener que arremangar 28 delantales.
Mientras esperabamos que los niños salieran del baño, la tia me presentó al profe de guitarra, me saludo sorprendido, nunca habia conocido un tio parvulario, me decia sin siquiera dejar de agitarme la mano.
Los niños/as se empezaron a ir y yo a despedir con la mano a los niños y un besito en la frente a las niñas.
La Bernardita cuando se fue me preguntó si iba a volver a ir.
Si, le dije, el proximo miercoles vengo a verlos de nuevo.
Cuando le di un besito en la frente me miro y me dijo algo al oido.
Solté la carcajada y me di cuenta que tenia razon.
13.30, Dia miercoles.
Tenia el delantal verde puesto y la tia me recibe con los brazos abierto y una gigante sonrisa.
Yo muerto de miedo.
"Yo me quedo con los mas chicos", me dice mi compañera.
Ok, digo, yo con los medianos.
Entro a la sala, los niños me miran de pie a cabeza. Ellos estan jugando, yo, mi lapiz y mi cuaderno de apuntes estabamos sudando nerviosismo.
Me siento en una sillita pequeña (muy pequeña), empieza el saludo y me presentan a los niños.
"El es el Tio Gonzalo, miren su delantal verde, es como el mio"
Hola tio Gonzalo !!!!!!! - respònden todos juntos.
Respiro casi casi con dificulta y saludo.
Como estoy en un jardin musical los niños cantan y se saludan en distintos idiomas, toman sus distintivos corriendo y los pegan en un gran panel donde hay una banda gigante, el distintivo lo ponen en el lugar que le corresponden, asi pasaron corriendo con sus patitas cortas y manitos de empanada a pegar en su lugar, el piano de cola, la tuba, el tambor, el triangulo, est, etc, etc...
Vimos el sistema solar, conocimos los planetas, ellos tenian un sistema hecho en bolitas de papel de diario, les tocaba pintarlos.
Tio Gonzalo, ahora tengo que trabajar con los mas chicos, podrias llevarte a las medianas a la sala de al lado.
Por supuesto - Dije-.
A estas alturas el cuaderno y el lapiz estaban en algun rincón de la sala de juegos.
La medianas, se portaron muy bien y se reian un poco cada vez que mi cabeza golpeaba alguna de las cosas que colgaban del techo (Los techos de los jardines infantiles estan plagados de cositas que cuelgan, que por supuesto estan a la altura de mi frente, lo cual me hacian chocar directamente con ellas, con el severo riesgo de enterrarme un palo de helado en el ojo)
Con ellas pintamos.
Despues de eso vino la colacion y todos/as salieron afuera a comer y jugar.
Hay chicos que se comportaban un poco "fundidos" conmigo, luego me explicaron que eran niños con situaciones especiales en su casa (Padres separados, viven con la madre, el papá trabaja afuera y lo ven poco).
*Crack* (Sonido que produce mi mente scuando está craneando algo)
Mente: No puedes ser el padre de estos niños, eso lo sabes, si puedes ser un referente de imagen paterna
*Crack* (Sonido de cierre del pensamiento)
Despues de jugar mucho rato, transar para que jorge le devolviera el camion al lukas, atrapar en el aire al baltazar, hacer malabaraes para la verito, darle los ultimos chocapics a la cony, decirle al nico que el no es un bruto, pero si debe tener mas cuidado con las niñas porque son más delicadas, explicarles porque los payasos usan nariz roja, bajó el sol y nos dio la hora de las despedidas, no sin antes pasar al baño y tener que arremangar 28 delantales.
Mientras esperabamos que los niños salieran del baño, la tia me presentó al profe de guitarra, me saludo sorprendido, nunca habia conocido un tio parvulario, me decia sin siquiera dejar de agitarme la mano.
Los niños/as se empezaron a ir y yo a despedir con la mano a los niños y un besito en la frente a las niñas.
La Bernardita cuando se fue me preguntó si iba a volver a ir.
Si, le dije, el proximo miercoles vengo a verlos de nuevo.
Cuando le di un besito en la frente me miro y me dijo algo al oido.
Solté la carcajada y me di cuenta que tenia razon.
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