martes, febrero 27, 2007

Reeditando:

MI MADRE COME CALCETINES
Dedicado a M.M

La descubrí el otro día, mientras vaciaba el canasto de la ropa sucia en la lavadora.

Mi padre lo sabia desde mucho antes y nos lo advirtió un día y ese día nos reímos tanto de él que casi me salieron calugas en la panza.
Ahora lo entiendo a el y lo entiendo todo.

Mi madre me dice llorando que no se podía aguantar la tentación, que le gustaba comer calcetines, ella no los cocinaba, los deshilachaba una a una cada hebra y se las echaba a la boca, masticándola cada vez con mas facilidad.
Ella lloraba mientras me contaba todo eso y yo no podía aguantar la risa, ella me contaba el secreto mejor guardado en toda su vida y yo que no me podía aguantar la risa, si esto lo supiera mi padre, nos reiríamos tanto juntos, como de el aquel día.

Ella me contaba, sentada en una silla puesta en la cocina para tomar desayuno en la mañana, que desde niña comía calcetines.
Prefería los de colegio, porque eran azules y gruesos, pero ahora que ya nadie estaba en el colegio se conformaba con los de hilo de mi padre o con los grandes deportivos míos.
Le gustaba el algodón entre sus dientes, le gustaba sentir el color dulzor del verde o el amargo cáliz del amarillo, no prefería marcas, solo distinguía colores.
Los colorantes de los calcetines eran su debilidad, no podía negarlo ni tampoco guardar el secreto mucho tiempo.

Ella lloraba y yo me tenía mis sentimientos tan encontrados, mi madre reconocía su afición por los calcetines, llorando y yo de pie junto a ella a punto de explotar de la risa.

Al fin solo atine a abrasarla, a dejar que se consolara a su manera, aún lloraba con ese hipo que suelen tener los niños, se calmó cuando le serví una taza de té.

Quedamos en que compraríamos calcetines especialmente para ella, los elegiríamos, escogeriamops los que traen 100% algodón y ojalá con muchos colores, y quedamos en que no comería más de dos pares a la semana.
Por su salud.


Me acarició y me pidió perdón por tantos pares de calcetines perdidos en este tiempo, en todo este tiempo. Le dije que ya no importaban y le pregunté por mis calcetines chilotes que una vez traje de un mochileo, me confesó que también se los había comido.
Sonreí y sonreímos juntos y cuando mi padre llegó se sentó junto a nosotros, sirviéndose el también una taza de té, contándonos como le fue en el trabajo.

Nos reímos todos hasta tarde en la noche, hasta muy tarde y había que ir a dormir.
Me despedí de mi madre con un gesto de complicidad. Éramos ahora un poco más que una madre y un hijo, nos unía una gran cantidad de calcetines.

Mientras me acostaba me pregunté donde estaría mi chaleco verde que mi hermana tomó por la mañana.
Me dormí tranquilo, mi madre lo encontraría mañana, ella siempre sabe donde están las cosas, incluso los calcetines perdidos.


(Cuento reeditado antes que empiece marzo y sus clases y sus latas, como para terminar gratamente un verano igual de grato, esta vez el cuento va dedicado)

jueves, febrero 22, 2007

Cosas que pasan

Nunca supe muy bien ni el como ni el cuando y ahora que lo pienso mejor, tampoco me interesa.
Pero hay ciertas cosas que me pasan que al final creo que es por pura casualidad.

Por partes.

Mi hermana me dijo “no se como se crea un blog” y yo me hice uno para explicarle y tas!, heme aquí sumergido en esta blogocosa.
Las palomas en general, al pasar volando me pegan en la cabeza, tampoco soy tan alto ni tan huevon, pero las palomas me atacan.
“Necesitamos, un fotógrafo”, fui fotógrafo, “Un cartero”, fui cartero, “Un Pato Nobel”, fui Pato Nobel, “un discurso para fin de año”, lo hice, “Esta carrera te acomoda”, y ahí estudié.

En realidad y viéndolo fríamente las pocas cosas que hice las hice en función de que alguien lo requirió en su momento. Como el tipo de “el extranjero” de Camus, o Donald Shimoda de Bach “Si hay frijoles, cocina frijoles, es lo mismo cualquier cosa o nada” en definitiva que no importa mucho lo que haya si no que haya.

Y luego pensando en las cosas que he hecho por mi mismo son muy pocas, pero mucho más satisfactorias que las otras y aunque la mayoría de las anteriores me han servido mucho les he agarrado un cariño especial y ya de tan cerca son mas mías que de quien la inició.

Así que a sabiendas de todo eso, quería agradecer a todas las personas que sin querer han hecho al perfecto tontograve que soy ahora.

A las horas de lectura, de magia, de música, de sensatez, de sicología, de sentido común, de soberbia, de paciencia, de stress, de comics, de televisión, de dibujos, de cine, de caminatas, de amor, de sopaipillas, de té con limón, de batutazos, de paracetamoles, de bicicleta, de escritos, de agua con azúcar, de luz, de venganza, de duda, de certeza y de música (again).

A todos ellos Chas Gracias!!

(Y está será la única vez que agradeceré en este lugar)

lunes, febrero 19, 2007

No tengo línea editorial

Si definiera este blog sería como la carrera cinematográfica de Ewan McGregor.

Nunca se sabe que haré en la siguiente aparición.

Hay veces que lo he dejado botado por mucho tiempo, y otras en que subo algún cuento escrito por alguno de esos patos que están en mi cabeza, un dia me pongo grave y le regalo un dibujo mal hecho a Sabina de la insoportable… o le hago un cuento a mi madre que hace desaparecer mis calcetines o hablo de los cabros chicos del Jardin.

En definitiva a nadie le importará mucho lo que escriba mañana, tampoco a mi.

La parte más interesante es la de conocer a mucha gente mil años luz más interesante que uno mismo, es como tener abonado los canales de sus vidas, un perfecto vouyeur cibernético o un aun más perfecto John Malkovich.





Me gusta eso de leer a la gente, de ganar bananas (ya llevo un par), de comentar sin esperar respuestas, de mirar dibujos, saber en que están para el día de los enamorados (más hay los que les da lo mismo que los que se sienten solos, aunque puede ser el mismo sentimiento evolucionado), o como pasan el frío en España, es entretenido al final ver corazones y no caras.

(Pepe Grillo dice: Estás dando la lata y a escribir como Fuguet)

Ok, vuelvo al caso:


No tengo línea editorial y probablemente no me interese tenerla, porque al final de cuentas yo mando el juego, total la pelota es mía.




martes, febrero 13, 2007

Al Mejor Postor

El tipo se está vendiendo al sistema.

Se compró un notebook, tiene su tarjeta BIP! y tiene un par de pases VIP que no los utiliza porque ya no visita ciertos lugares ni a ciertas amistades.
El tipo irá a la peluquería una de estas semanas (alguno de estos días) y pedirá un corte formal.
(Aprendió a ser formal y cortés, dirán después)

Paseará con camisas y las poleras quedarán relegadas al trapero o al fin de semana.
El tipo aquel cambió su antigua versión de blogger y ahora es un blogger beta y por cierto ya sabe como agregar más cosas a su plantilla que la encuentra cada día más fome.
El tipo tiene ya sus tarjetas pagadas y lo llaman para ofrecerle créditos o cambiar el celular.

Ya no escucha ciertas radios y se compra discos originales, porque traen un aroma especial, explica.

Su habitación se le hace cada vez más pequeña y sus preocupaciones cada vez más importantes.
Aunque no sepa realmente porque son importantes (o por qué son preocupaciones).
O a qué sistema se está vendiendo
O cuanto darán por él.

“Lo antisistema es parte del sistema y se vende en tu mall más cercano” –Recuerda.

Y el tipo se ríe nuevamente y se descuelga el cartel del cuello para dejarlo olvidado en cualquier rincón de cualquier lugar, para ir a jugar con un montón de niños que le hacen preguntas y dibujos y aprenden y lo abrazan.

Al menos por hoy sabe que no estará a la venta.





miércoles, febrero 07, 2007

Esto es una plegaria

Soy uno de los que creen fervientemente en que el nuevo cambio de la locomoción colectiva va a funcionar.
Creo que tomaremos los nuevos buses serán más limpios, menos ruidosos, más grandes y menos contaminantes.
Que los Conductores sólo conducirán con la vista fija en el pavimento sin preocuparse de dar vuelto o de recibir dinero y cortar boletos, que los empresarios les pagarán sus sueldos al día y ellos tendrán mejor cara ya que tienen más tiempo para jugar con sus hijos y dormir con sus esposas.

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Creo que las tarjetas BIP! estarán disponible para todos, que marcarán en sus respectivos cobradores y no tendrán problema alguno para recargarlas, puesto que en cada almacén y/o paradero tendrá un buen lugar para hacerlo y sus cajeros siempre tendrán sencillo para poder dar vuelto.
Las calles mejorarán en pro de un mejor traslado, no habrá ningún hoyo más (eventos, si se quiere) ni embotellamientos por trabajos atrasados de última hora.

Soy de los que cree fervientemente que esto va a funcionar, aunque pasen muchas cosas en el camino y las micros no quepan en los pasos de nivel o se inunden en invierno cuando pasen por las calles mal construidas o cambien los recorridos actuales (y me bajen de 12 a 2 las micros que me dejan en casa), aunque se agoten las tarjetas dos semanas antes de que comience el plan maestro y el ministro le regale la de suya a un caballero que dudosamente buscó una por todo santiago, aunque el cajero del metro no me quiera cargar el pase, a sabiendas de que están deshabilitados los molinetes para estudiantes, dejándome la única opción de usar boletos.

Creo que todo cambio siempre resultará para mejor.

Y creo que el transantiago con sus buses nuevecitos y limpios nos ayudará en eso.

Por eso roguemos al señor.



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P.S: Porque si esta cosa no funciona, no se como mierda llegaré a la universidad que me quedaba a 1 ½ hora, no quiero ni pensar cuanto demoraré ahora encima empiezo a trabajar lejos de la U y lejos de casa, de salir a carretear este fin de semana ni hablar, mi vieja está de muerte porque ni una puta micro la deja en la pega, el metro colapsa cada 30 minutos y aun no parte el famoso plan, la estación Tobalaba es un lio a las 6 de la tarde, pienso en la gente analfabeta, los abuelitos, los despistados y sinceramente no se como les va a funcionar, a Zamorano me dan ganas de escupirlo cada vez que dice “Salga más temprano”
Seguro, como el no tendrá que levantarse a las 5 de la mañana a tomar micro.

Y respondiendo la pregunta que la cata me dejó en el aire; Ser un tontograve tampoco me ha servido de mucho, ha de ser por lo de tonto (o por lo de grave).